Los ingenieros de NORD desarrollaron en los años 80 la innovación más importante en la construcción de motorreductores: el concepto de cárter monobloque, en el que todos los elementos del reductor se encuentran en un único bloque. Este nuevo principio de construcción proporcionó, entre otras ventajas, una mayor seguridad en el funcionamiento y un menor ruido, un par motor más elevado y una capacidad de carga axial y radial superior, al tiempo que se reducían las necesidades de mantenimiento y se prolongaba la vida útil. Por ello, el concepto de cárter monobloque se introdujo rápidamente en el mercado y hoy día es un estándar, no sólo para nosotros.