Muchas áreas de la industria, como p. ej. la alimentaria, la química, la farmacéutica y la marina, se benefician de las ventajas de la variedad de nuestros reductores de aluminio, motores y variadores de frecuencia.
Requisitos elevados
Los procedimientos de limpieza por medio de productos de lavado altamente eficaces son contínuamente mejorados y, por ello, los requisitos en cuanto a un diseño higiénico y a la resistencia a la corrosión son cada vez más elevados.
Las industrias alimentaria, química y farmacéutica tienen unas normativas extremadamente exigentes en cuanto a los estrictos e intensos procesos de lavado y desinfección.
Para evitar que los productos de limpieza y desinfección deterioren el material, el diseño y la pintura que reviste la maquinaria para esas aplicaciones debe ser lisa y ser capaz de garantizar una limpieza óptima en ciclos de lavado manuales o automatizados.
NORD DRIVESYSTEMS ha implementado nuevas soluciones (en cuanto a materiales, tratamiento y mecanizado) para las superficies de motores, reductores y componentes. Cuenta con un equipo de extraordinaria resistencia a los ácidos y los álcalis, habitualmente utilizados para la limpieza en industrias alimentarias, químicas y farmacéuticas.
Así funciona
Los reductores modernos han de ser robustos, compactos, potentes, económicos y ligeros. La ventaja del aluminio es su ligereza, ya que el peso es un factor de coste, sobre todo si el propio reductor es una carga que debe ser movida como parte de un sistema de posicionamiento automatizado. Por ello, las aleaciones de aluminio se han convertido en el material predilecto para cárteres de reductores en muchos campos.
NORD DRIVESYSTEMS ha mejorado muchas de las magníficas propiedades de las aleaciones de aluminio en sus cárteres para reductores NORD. Además, este material cuenta con una cierta resistencia propia a la corrosión, por lo que no siempre necesita de protección adicional. Adicionalmente a esto, los cárteres de alumnio conducen mejor el calor que los de hierro fundido. Lo que resulta en temperaturas de servicio bajas, que tienen un efecto beneficioso en la construcción interna del reductor y favorecen la prolongación de su vida útil.
